
Nuestro día a día es la suma de las decisiones que tomamos y las que no, y el resultado de ello. Muchas personas creen que todo lo malo que nos pasa es por las decisiones que tomamos, pero realmente son muchas más las cosas negativas que nos suceden por las decisiones que no nos atrevemos a tomar.
Tomar decisiones es algo importante, pero lo hacemos de manera tan frecuente que algunas personas no le prestan a atención hasta que aparecen las consecuencias y debemos lidiar con ellas.
En este artículo te estaremos hablando acerca de los diferentes tipos de decisiones que existen, los diferentes ambientes donde solemos tomar decisiones, además de ofrecerte consejos muy útiles al momento de tomar esas decisiones que son realmente complejas y difíciles.
¿Qué es una decisión?
Tomar una decisión es elegir un camino entre varios, una opción entre otras, y aceptar las consecuencias de ello. A todos nos ha dado miedo alguna vez cuando hemos tenido que tomar una decisión por temor a equivocarnos, a no tomar el camino correcto.
Tomar decisiones es la prueba de que hemos madurado, de que somos adultos y nos toca hacernos responsables de nuestros actos, sin embargo, no todo el mundo está preparado para tomar decisiones, bien sea por la edad, por no conocer sobre el tema que vamos a decidir, etc.
Tipos de decisiones
Existen diferentes tipos de decisiones, no sabríamos enumerarlas, pero para este artículo hemos clasificado las que consideramos más importantes, esas que sabemos que son difíciles de tomar y en las que estamos dispuestos a ayudarte.
Decisiones cotidianas
Son esas que parecen pequeñas, que no parecen difíciles, que debemos tomar día tras día, a cada segundo, y que debemos hacerlo de manera rápida, como elegir lo que se comprará para hacer de comida en casa, o qué actividad realizaremos primero en la oficina. Este tipo de decisiones también son llamadas decisiones rápidas, pero no hay que confundirse, no creamos que porque son tan cotidianas, no son importantes.
De ese tipo de decisiones puede depender nuestro futuro en una empresa, por tan solo mencionar un ejemplo, pues las consecuencias de ese tipo de decisiones pueden llegar a pesar más adelante, cuando ya sea demasiado tarde y no haya vuelta atrás.
Decisiones financieras
Son aquellas de las cuales depende nuestra economía, donde lo que está en juego es nuestros ahorros o incluso los de toda nuestra familia y por lo tanto también nuestro futuro y el de nuestros seres más queridos.
Este tipo de decisiones no se pueden tomar a la ligera porque involucra muchas cosas, incluyendo el bienestar de nuestra familia, de esas personas que dependen de nosotros como nuestros hijos, y cualquier error que cometamos tomando ese tipo de decisiones, tendrá sus repercusiones.
Pero tranquilo, que así como es de delicado si nos equivocamos, también puede pasar que acertemos y tomemos la mejor de las decisiones para nosotros y las personas más cercanas a nosotros. Por ello, más adelante te ofreceremos una serie de consejos acertados para que cuando de decisiones financieras se trate, puedas tomar el camino más apropiado para ti.
Decisiones amorosas
Estas suelen ser de las más difíciles porque a veces se trata de la persona con la que pasaremos el resto de nuestra vida, de esa persona a la que amamos y con la que deseamos tener hijos y envejecer juntos.
Sin embargo, hay cosas que por más que queramos, no duran para siempre, y hay que ser fuertes y aceptarlo cuando llega el momento de tomar una decisión difícil en ese sentido.
Como este tema es muy delicado, te invitamos a que sigas leyendo este artículo hasta llegar a donde lo abordaremos de manera mucho más concreta y detallada, aportándote incluso consejos para que las decisiones amorosas no sean tan difíciles como parecen en un principio.
Decisiones laborales
Son aquellas relacionadas con nuestro trabajo, con esa actividad que realizamos para obtener el sustento diario nuestro y de nuestra familia, y en cierta medida tienen que ver con las decisiones financieras. Tan sencillo como esto: de nuestro trabajo puede depender que comamos o no, tanto nosotros como quienes dependen de nosotros, así que hay que pensar muy bien antes de tomar una decisión laboral porque también podemos decir que es una decisión financiera.
Decisiones colectivas o grupales
Son esas decisiones que debemos tomar en conjunto, puede ser como parte de un equipo de trabajo o como miembros de una familia o como socios de negocios.
Este tipo de decisiones son complejas porque cada cabeza es un mundo, y lo que una persona considera acertado otra lo puede considerar equivocado, por lo que a veces ponerse de acuerdo es todo un reto.
Ahora, la principal pregunta que puedes hacerte en este momento y que quizás aún no te hemos respondido, es: ¿Por qué a veces es tan difícil tomar una decisión? Bueno, todo depende de la naturaleza del caso.
¿Por qué hay decisiones que son difíciles de tomar?
Si te fijas bien, si analizas sea cual sea la situación en la que te encuentres, te darás cuenta de que las decisiones más difíciles, no son por la decisión misma sino por las posibles consecuencias, por los resultados que eso puede tener, por las repercusiones que pueden surgir luego de tomar esa decisión.
Cuando algo no nos importa demasiado, o no nos afecta de manera directa, podemos tomar decisiones muy a la ligera porque no pensamos en las consecuencias. Si un día nos toca elegir entre un helado de limón y uno de fresa, la decisión será rápida, nos decantaremos por el que más nos guste o provoque en ese momento, y ya, sin darle demasiadas vueltas.
Pero si un día estamos a punto de obtener un ascenso en la oficina, de pasar a tener un mejor cargo en el trabajo, y el jefe nos pide que le llevemos un café pero no nos dice cuál es su preferido, esa decisión será difícil, no porque elegir un café sea más difícil que elegir un sabor de helado, sino por las consecuencias que eso puede tener, porque queremos agradarle a nuestros jefe, porque no queremos causar una mala impresión y queremos obtener ese ascenso que tanto anhelamos.
Lo mismo sucede con cualquier tipo de decisión en la vida. Como te dijimos al comienzo de este artículo, existen muchos tipos de decisiones, nosotros solo tomamos las más populares que sabemos que suelen hacerse difíciles, pero desde luego que existen cientos, miles y hasta millones de tipos de decisiones diferentes.
A continuación te daremos una serie de consejos muy útiles para que tomar decisiones no se te vuelva algo tan complejo, pero más importante aún, para que sepas cómo actuar según los diferentes tipos de decisiones que te corresponda tomar, comprendiendo primero la situación para que con cabeza fría puedas tomar la decisión más acertada.
¿Cómo tomar una decisión laboral?
Las decisiones laborales, esas que debemos tomar de inmediato a cada segundo en la oficina o donde sea que trabajemos, suelen sede las más difíciles porque generalmente aparecen en momentos en los que estamos bajo presión, ocupados en nuestra faena laboral.
Pero si sigues los 5 consejos para tomar decisiones laborales que te daremos a continuación, te garantizamos que todo será menos difícil y podrás tomar decisiones de forma rápida y segura, sin problemas, sin arrepentimientos:
1) Ten la mente fresca: No vayas al trabajo ya cansado ni estresado, y esto se logra durmiendo muy bien y evitando tareas complejas antes de ir a la oficina. No trates de complicarte la vida antes de ir al trabajo, por el contrario, trata de ir lo más sereno posible, luego de pasar una buena noche, de haber desayunado muy bien y haber tomado el café que más te gusta.
De esta manera las decisiones no te encontrarán agotado ni estresado, ni mucho menos abrumado por otras cosas que estarían flotando en tu cabeza y no te dejarían tomar una decisión con claridad.
2) Mira lo bueno, lo malo y lo feo de cada decisión: Antes de tomar una decisión, sea la que se, evalúa todo, desde lo positivo hasta lo negativo de cada posible decisión. Establece una balanza y determina qué es lo mejor para ti, para tus compañeros de trabajo y para la empresa. Piensa siempre en los objetivos que tienes en tu trabajo y toma la decisión que más te ayude a alcanzarlos.
3) Actualízate: Estudios han revelado que muchas veces, las decisiones laborales se tornan difíciles porque con el pasar del tiempo va surgiendo nuevo conocimiento, nuevas técnicas y estrategias y nuevas herramientas que no estamos seguros de usar porque son tan nuevas que no nos acostumbramos a ellas, y allí es donde a veces se nos hace complicado tomar una decisión.
Si te actualizas, si te mantienes leyendo sobre tu área profesional, si estás al día con la información, podrás valerte de ella a la hora de tomar la decisión más acertada en tu trabajo.
4) Consulta expertos: Todos necesitamos asesoría en algún momento, no tengas miedo ni vergüenza alguna en acudir ante un amigo, colega o conocido que domine el área en la que vas a tomar una decisión, para consultarle su opinión. No se trata de ir ante alguien para que sea él quien tome la decisión por ti, sino para que esa persona te ofrezca otro punto de vista el cual puedes comparar con el tuyo y así tomar la decisión laboral que más convenga, tanto a ti como a la empresa.
5) Sé objetivo: Recuerda que se trata de negocios, de trabajo, de una empresa. No te dejes llevar por tus gustos e intereses personales, maneja tu empresa como te gustaría que otros lo hicieran por ti. No tomes decisiones basadas en rencores, pero tampoco por afinidad o gusto personal. Piensa con cabeza fría, pregúntate qué harían los grandes empresarios a los que admiras y quizás allí estará la clave para que no tomes una decisión laboral como si fuera una decisión personal cotidiana.
¿Cómo tomar una decisión difícil en el amor?
Como ya lo hemos dicho antes, el amor es un tema complicado, sobre todo porque en algún momento debemos decidir y elegir cuestiones que pueden marcar el resto de nuestras vidas y comprometer nuestra felicidad.
A continuación te damos 3 consejos clave para que esas decisiones amorosas no se te hagan tan difíciles y puedas tomar la mejor decisión para ti y para todos los involucrados:
No te bases en el miedo: Muchas personas basan sus decisiones en el miedo, porque como ya hemos dicho antes, las decisiones se tornan difíciles por las consecuencias, por lo que puede pasar a futuro.
Está bien sentir miedo, es normal, somos humanos. Está bien tener miedo a equivocarnos, miedo al fracaso, todo eso es realmente normal. Lo que no está bien es que ese sentimiento nos atrape, y peor aún, que sea el miedo quien hable por nosotros y tome decisiones, porque ahí sí estaremos tomando decisiones equivocadas.
Debes armarte de valor, ser valiente, y afrontar la situación. Piensa en las cosas buenas, pero también en las negativas, y no te dejes influenciar por nadie, sé tú y nadie más que tú la única persona que tome esa decisión porque al final de cuentas esa decisión es solo tuya.
Escucha a tu corazón pero también a tu cerebro: Sabemos que es difícil, sabemos que cuando se trata de amor uno no piensa muy bien con la cabeza y lo hace más con el corazón, y eso está bien para otros momentos del amor, pero cuando se trata de tomar una decisión, no está mal tomar en cuenta las cosas afectivas y los sentimientos, pero no olvides la razón, la inteligencia.
Como decía una reconocida escritora: está bien tener el corazón en las nubes pero los pies sobre la tierra. En este caso, los pies en la tierra es lo mismo que utilizar el cerebro. Por mucho que ames a alguien, por mucho que existan emociones fuertes, jamás olvides la lógica y la razón al momento de tomar una decisión.
Piensa en tu felicidad ante todo: sabemos que las decisiones en al amor involucran a más de una persona, es decir, te involucra a ti y a ese ser que amas, e incluso involucra a nuestros hijos. Pero este tipo de decisiones suelen ser difíciles porque debes ser un poco egoísta y pensar en ti antes que en cualquier otra persona.
¿Por qué? Porque si tomas una decisión equivocada en el amor, el que pagará las terribles consecuencias de ello serás solo tú, la persona que vivirá infeliz por haber tomado una decisión amorosa errada, serás tú. Así que antes que cualquier otra cosa, piensa en tu felicidad, porque recuerda: el que no es feliz, tampoco puede hacer felices a otros.
¿Cómo tomar una decisión colectiva?
Esta es la única decisión en la que te puede suceder que lo tengas todo muy claro desde el principio, y aún así te tardes una eternidad en poder tomar una decisión. ¿Por qué? Pues porque si bien es cierto que dos cabezas piensan más que una, eso no siempre es una ventaja, especialmente cuando de tomar una decisión se trata.
A continuación te daremos 3 consejos clave que te ayudarán a poder tomar una decisión colectiva lo más rápido posible:
Blinda tus ideas: Sea cual sea tu idea, tu argumento , ese en el que te basas para convencer a tus socios de la decisión que consideras acertada, primero debes pensarla muy bien antes de compartirla con ellos.
Si en tu mente la decisión ya está tomada porque piensas que es la mejor, debes organizar tus ideas de manera que puedas realmente convencerlos. Ponte en el lugar de ellos, imagina qué dudas pueden tener, no dejes espacios a confusiones, piensa que es justo que ellos tengan dudas pero no permitas que las haya.
Si haces esto, y si de verdad tu idea es la mejor, no habrá manera de que alguien te lleve la contraria. Un último tip es que trates de hacerles ver en qué se beneficiarán ellos si toman en cuenta tu opinión a la hora de tomar esa decisión colectiva.
Escucha a tus socios: Por otro lado, a pesar de que a veces tenemos la idea muy clara, es precisamente eso lo que nos nubla la mente, el creer que somos los dueños de la razón, y es allí cuando a veces cometemos errores, especialmente al no escuchar las ideas de los demás por soberbia, por creer que solo nosotros sabemos lo que realmente conviene para la empresa o para el grupo que está por tomar una decisión.
Escuchar a tus socios, escuchar las ideas de los demás, pero en serio, de manera positiva, sin negatividades, es lo que te podrá ayudar a que tomen la decisión que más le convenga al grupo. Recuerda que después de todo existe un margen de que, no solo te equivoques, sino que exista también una mejor solución que quizás no has visto. Es decir, tu idea puede ser buena, pero quizás otro socio tiene otra todavía mejor.
Es importante no olvidar que si es una decisión colectiva es porque al final de cuentas hay varias personas involucradas que deben ser escuchadas, incluyéndote a ti, claro está, y que lo único que de verdad importa es que la decisión que se tome beneficie a todo el grupo, y no solo a una parte.
Piensa en positivo: No lo veas como una competencia, no lo mires como que debes ganarle a tus socios al momento de tomar una decisión, no lo tomes personal. Olvida todos los sentimientos negativos que puedas tener y participa en la toma de esa decisión con las mejores vibras posibles para que todo pueda salir bien, porque al final de cuentas eso es lo que importa, que se tome una decisión que los beneficie a todos.
¿Cómo tomar decisiones rápidas?
A veces el problema no es el hecho de que la decisión que vamos a tomar sea difícil, sino que necesitamos tomar una decisión lo más rápido posible y eso no es nada sencillo la mayoría de las veces.
A continuación te damos 3 consejos que te serán muy útiles para que desarrolles un sentido de toma de decisiones que sea eficiente y eficaz, es decir, donde tomes decisiones acertadas y a la vez puedas hacerlo en tiempo récord:
- Prográmate: Muchos coaches te aconsejarán utilizar las técnicas de PNL como una manera de estar siempre preparado para las diversas situaciones que se te presenten en el día a día. El problema de muchas personas a la hora de tomar decisiones rápidas, es que no están preparadas mental ni emocionalmente para ello. La PNL te ofrece muchas técnicas en las que puedes prepararte desde tus pensamientos hasta tus emociones, para que cada vez que se te presente la oportunidad de tomar una decisión, no sea algo que te tome por sorpresa. No se trata de ser adivinos, de saber lo que nos depara el futuro, sino de ser personas siempre dispuestas, siempre preparadas. Allí está una de las claves del éxito.
- Ten un banco de mentores: Por más que creamos que nos suceden cosas únicas y complicadas que solo nos ocurren a nosotros, resulta que la realidad es distinta. Siempre hay personas que ya han pasado por situaciones similares y a las que podemos pedirles un consejo cuando estemos por tomar una decisión, pues ellos ya han estado en ese mismo lugar antes y tienen experiencia. Si nos rodeamos de amigos, de expertos, de gente con experiencia a la que podamos consultar de vez en cuando, podremos tomar decisiones más rápidamente de manera acertada. Y ojo: esos mentores no siempre son personas. Si deseas saber más sobre esto último, presta atención al último conejo de este punto, es decir, el que sigue a continuación.
- Lee: Muchos autores aseguran que la clave del éxito está en leer. A veces el que más sabe, el que más puede ayudarnos, es un libro. Pero no cualquier clase de libro. Leer, sea lo que sea, siempre será beneficioso, pero si leemos libros relacionados con nuestra área profesional, si leemos biografías de personas que estuvieron en nuestra posición y lograron alcanzar el éxito, podremos seguir sus pasos y llegar tan lejos como ellos lo hicieron. Leer a expertos nos inspira, y estar inspirados no da una motivación elevada que nos mantiene mental y emocionalmente preparados para afrontar las situaciones del día a día y tomar las mejores decisiones de manera rápida y acertada.