
Hace referencia a la intensa necesidad de que sus guías, su fe y actitudes deben ser consistentes entre sí, es decir, que estos tres elementos creencias, actitudes y creencias no posean contradicciones entre ellas. Cuando las inconsistencias aparecen, las “incomodidades” psicológicas.
Este concepto es implementado por primera vez por el psicólogo Leon Festinger, en donde expone que como seres humanos buscamos fuertemente necesidad de que estos tres elementos sean coherentes. Para evitar que esta armonía se vea afectada, el ser humano ignora de alguna forma la incoherencia que lo está provocando o la “desafía” uno de los elementos. Es un concepto que en la actualidad es ampliamente utilizado en muchas áreas como el coaching, la psicología y en distintas dinámicas de grupos.

¿Qué es la Disonancia Cognitiva?
Leon Festinger, psicólogo estadounidense, propone que cada uno de nosotros poseemos conocimientos distintos con respecto al mundo, a lo que nos rodea y sus personalidades. En el año 1959, este psicólogo realizo un experimento cuyo concepto principal es la decepción. Era denominado la teoría del “autoengaño”.
Experimentos que demuestran el “autoengaño”.
Leon Festinger
Busco a un grupo de personas a quienes se les informo que el experimento solo duraría dos horas y, cuyo fin era ver la relación existente entre las expectativas y la experiencia con base a una tarea. Estas personas fueron dividas en tres grupos: control, a los que le pagaron un dólar y a los otros 20 dólares, estos últimos también poseían mayor información que los dos primeros grupos. Para iniciar, los investigados debían poner 12 bobinas en una bandeja, vaciarlas y volverlas a poner, una y otra vez, durante 30 minutos.
A la media hora se le pidió que girara 48 clavos un cuarto de vuelta en el mismo sentido que las manillas del reloj, cada cuarto de hora. Cada uno de los experimentados lo hacían su propio tiempo, mientras tanto el experimentador hacia como si tomará notas y el tiempo.
A pesar de que, las tareas fueron aburridas, largas y monótonas, las personas que recibieron 20 dólares clasificaron a las tareas como medianamente divertidas. Aquí es donde ingresa la disonancia cognitiva, ya que a pesar de lo fastidiosas y largas que eran estas tareas por recibir una compensación monetaria un poco elevada, se forman las incoherencias en nuestros cerebros. Mientras que, el grupo que no recibió ninguna compensación la clasificaron como muy poco interesante y desagradables. El grupo que gano un dólar debió trabajar para aliviar el fuerte malestar por un trabajo tan largo y aburrido con una recompensa insuficiente.

¿Por qué nos boicoteamos en el amor?
La mayoría de nosotros busca amar y ser amados, a pesar de las múltiples caídas, engaños, el dolor y los riesgos que produce ser amado. Pero, aun así luchamos por encontrar el amor, es aquí donde está la disonancia cognitiva. Sentimos que el amor nos llena la vida, nos hace más alegre, más amable y quizá hasta más jóvenes, aunque siempre tenemos miedo a que fracase, a ser rechazados, miedo a que nos engañen y que termine muy mal.
La disonancia cognitiva entra, cuando a pesar de que sabemos lo mal que lo podemos pasar y las angustias que genera tener una relación, mostramos una actitud alegre y hasta impaciente para encontrar la persona ideal. Y al final es la disonancia la que hace que boicoteamos las relaciones, al final son nuestras creencias las que chocan con nuestras actitudes. Y recordemos que son las creencias las que son más fáciles de modificar para evitar la disonancia.
Disonancias narcisistas:
Muchas de las personas que se encuentran en una relación con una persona con problemas narcisistas o problemas mentales más complejos como sociópatas o psicópatas y que se están expuestos a varios abusos, no quiere terminar la relación por el miedo a quedarse solos o por un “amor desmesurado” por la otra persona que impiden aceptar la situación. Cuanto más tiempo tengas en una relación más fácil se hace eliminar las disonancias cognitivas, creando muchas herramientas de negación, no es lo mismo tener 6 meses con tu pareja que cumplir quince años de casados y tener tres hijos.
La disonancia que aparece en estos casos suele ser bastante grave e intensa, las incoherencias y el malestar psicológico es bastante alto. Las victimas pueden incluso formar vínculos de codependencia con su maltratador ya que, sienten que han invertido mucho en la relación. La inversión puede dividirse en:
- Inversión emocional: la victima considera el abuso como una forma de amar.
- Inversión social: la vida social es a través del victimario. Ha perdido relaciones personales propias y no crea nuevas.
- Inversión familiar: la excusa para no dejar al abusador son los hijos y el no romper el ambiente familiar.
- Inversión económica: al igual que no posee relaciones propias, tampoco posee ni trabajo ni financiamiento propio, depende enteramente de la pareja narcisista, psicópatas o sociópatas.
- Inversión del estilo de vida: el victimario ofrece un estilo de vida superior y muy cómoda, al cual la víctima no quiere perder.
Mejores resultados en las redes gracias a las disonancias cogniitivas.
En la actualidad, el uso del internet y de las redes sociales para la exposición y presentación de los productos es el medio más utilizado y con mayores resultados. Y la disonancia cognitiva juega un papel bastante relevante para aumentar las ventas y los resultados, la pregunta es ¿cómo? Mediante la toma de decisiones del consumidor, cuando este se encuentre ante una complejidad busca siempre una recompensa inmediata.
Por tanto, la disonancia cognitiva interviene para que el comprador interactúe y compre más al convertir las dudas o el recelo de comprar, gastar dinero en una consonancia que generen mayor satisfacción y elimine las creencias del consumidor, para que crea que necesite dicho productor por medio de justificaciones absurdas.
¿Cómo manejo la disonancia cognitiva en el día a día?
Es muy común que tengamos discusiones entre lo que pensamos y en nuestras acciones, y a su vez busquemos de alguna forma eliminarlo o evitar la situación. Sin embargo, no siempre estás serán la solución.
Entonces, ¿cómo hacer para solucionar estos conflictos? Existen muchas formas, lo primero es cambiar las frases de complacencia por frases de superación y de motivación. Otra manera, es cambiar el ambiente que nos rodea y el que detona la disonancia cognitiva en nosotros. El introducir información y nuevos elementos, también son una gran forma para disminuir la disonancia. Debes tomar en cuenta que a veces, el introducir nueva información puede aumentar la disonancia cognitiva.
Las creencias suelen ser la opción más sencilla de modificar de los tres elementos que forman las disonancias cognitivas. Por lo que, es mucho más sencillo eliminar, modificar o crear nuevas creencias que, por ejemplo hacerlo con nuestra fe. Un ejemplo claro, es cambiar nuestra creencias con respecto al realizar ejercicios o dietas para mejorar nuestra salud, o el dejar de fumar.
Positivismo.
El rodearnos de personas y situaciones alegres y positivas logran cambiar en nosotros estas incoherencias o incomodidades que se van formando. Además, al estar seguros que nuestras acciones concuerdan con nuestros pensamientos antes de realizar las acciones, es un gran método para evitar que las disonancias cognitivas aparezcan en nuestras vidas o que, posteriormente se conviertan en distorsiones cognitivas. Piensa antes de actuar, es la frase que debes guardar para cumplir con el positivismo.
Diario.
Escribir a diario las situaciones que estamos viviendo y que hemos vivido nos permite evaluar desde afuera las circunstancias, evitando que las exageremos o los negativismos que concluimos al final de la jornada diaria. Recuerda que debes leer lo que escribes para ver las cosas con transparencia y claridad, y evita usar frases negativas y generalizar las situaciones.
No siempre es sencillo empezar a escribir lo que nos sucedes y como nos sentimos, pero siempre es un buen principio para evitar el deterioro de la salud mental.
Disminución.
La primera respuesta ante una disonancia cognitiva es la disminución de la misma. Es decir, cuando estamos ante una disonancia siempre queremos eliminarla o, al menos reducirla. Por eso es muy común que nos excusemos en la situación que la ha provocado.
Así mismo, existen cuatro estrategias, usaremos ejemplos del gimnasio:
- Desconocer o negar la situación: a pesar de que sabemos que está mal, tratamos de eliminar de alguna forma la situación. “Voy a dejar el gimnasio porque he investigado que por medio de pastillas puedo reducir la gordura”.
- Cambiar la creencia que genera la disonancia cognitiva: para cambiar la incomodidad que sentimos con nosotros, creamos una creencia nueva. “Iré todos los días al gimnasio”.
- Justificación de la situación con ciertas condiciones: con el fin de sentirnos mejor, hacemos cosas a medias para disminuir de alguna forma la disonancia cognitiva. “Iré al gimnasio, pero solo haré 20 minutos de ejercicios”.
- Justificación de la situación agregando nuevas creencias: al no querer abandonar ninguna de las acciones, buscamos auto compensarnos. “Comeré toda la comida que quiera, pero haré el doble de ejercicios en el gimnasio”
Autoengaño.
Segú Festinger la disonancia cognitiva es una respuesta que está presente desde que nacemos, y el autoengaño es parte de esta. Podemos encontrar dos tipos:
- Autoengaño funcional: permite que nos adaptemos por medio de convencernos y reducir los riesgos del fracaso y por ende, el disgusto que esto nos generaría.
- Autoengaño consolatorio: aquí actúa agentes externos. Que permite que nos consolemos, protegiendo a nuestro ego y la autoestima antes las situaciones complejas que nos enfrentamos.
Ignorancia.
A pesar de que estamos consiente que algo no está bien, que estamos insatisfechos con alguna situación, lo vamos dejando pasar, convenciéndonos de que la situación se va arreglar con el tiempo y es una situación pasajera. Ignorar la situación puede ser solo una mejora momentánea que más adelante puede alterar nuestra salud mental.

Un mundo en nuestro cerebro.
Según los estudios, las personas que sufren de depresión suelen aumentar el sentimiento de culpa ante diversas situaciones, son más indecisas y, además exageran los eventos. Personas con esta y otras patologías mentales suelen convertir las disonancias cognitivas, que para personas sanas si bien son incomodas suelen superarlas rápidamente; en distorsiones cognitivas.
Algunas de estas distorsiones son la preocupación selectiva, en donde las personas se enfrascan en ciertos detalles de las situaciones; además, todo lo ven blanco o negro sin puntos intermedios, usan términos de “todo”, “siempre” o “nunca”, no pueden ver términos medios. Así mismo, en diversas circunstancias suelen ver siempre lo negativo y lo peor de las situaciones, y siempre se ven como los causantes o los detonantes de las situaciones tristes, negativas o catastróficas porque ellos lo presintieron. Es importante poder recordar estos puntos y estar pendiente de las personas que nos rodean y si presentan alguno de estos síntomas y signos, para poder ayudarlos a tiempo.
Actualidad en la disonancia cognitiva.
Aunque ha pasado más de 50 años desde la creación del concepto de disonancia cognitiva, aún en el presente se realizan muchas investigaciones, experimentos, debates y un gran abanico de preguntas sobre este tema. Además, cada día se plantea un área nueva para la utilización de la disonancia cognitiva, incluso es utilizado en el análisis psicológico de delincuentes y personas con deterioro en la salud mental.
Por si fuera poco, investigaciones recientes también mencionan que la tendencia de encontrarnos en este estado desagradable de la disonancia cognitiva pasa cada día con mayor frecuencia, por tanto, una dificultad mayor por poder encontrar una tranquilidad o paz mental. Esto a su vez aumenta la tendencia de realizar conductas agresivas y peligrosas para quienes nos rodean e incluso para nosotros mismos. También, existen conductas un poco más benignas como la disminución del autoestima, pero al no ser detectas a tiempo pueden convertirse en un verdadero problema de salud.
La disonancia cognitiva es un conflicto personal que puede romper la armonía que poseíamos, por esto necesitamos o queremos fuertemente que nuestras acciones concuerden con lo que pensamos. Esto lo logramos por medio de herramientas y mecanismos de aprendizaje y reconocimiento de la existencia de la disonancia cognitiva. Por esto, es importante conocerla, con el fin de identificarla y tratarla a tiempo, antes de generar actitudes y conductas asociales.