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Mindfulness para Niños

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El mindfulness, como bien lo hemos explicado en otros artículos, es una práctica bastante usual en estos días que perfectamente pueden llevara cabos todas las personas sin importar su edad.

Sin embargo, dependiendo de la edad y las circunstancias, cada persona puede obtener ventajas muy interesantes del mindfulness, en especial los niños, sin importar la condición en la que se encuentren. Es por ello que hemos preparado este artículo en el que a continuación te detallamos todo lo positivo que el mindfulness tiene para los niños en cualquier situación o condición.

¿Qué es el Mindfulness y cómo puede ayudar a los niños?

El mindfulness es una técnica con principios muy bien definidos, que a su vez puede ser vista como una filosofía de vida. El mindfulness proyecta un estado mental de conciencia plena de todo lo que sucede, tanto a nuestro alrededor como en nuestro propio interior. Ver aquí nuestra guía de iniciación al Mindfulness

Por otro lado, podemos decir que el mindfulness aporta múltiples beneficios a las personas que lo practiquen, y entre esas personas desde luego que pueden estar los niños.

En líneas generales, el mindfulness es muy útil para gestionar nuestras emociones de modo que no haya necesidad de controlarlas, sino más bien vivirlas de forma tan plena como sana.

Si brindamos a los niños las herramientas adecuadas para que ellos mismos construyan su propio aprendizaje hasta alcanzar un alto nivel de inteligencia emocional, estaríamos hablando de un nivel de aprendizaje superlativo en el que los niños podrían estar preparados para la vida moderna que suele involucrar sucesos diarios que aportan estrés, y contra los que ellos podrían estar enormemente protegidos.

Los niños que practiquen el mindfulness crecerán con el hábito de vivir las experiencias sin prejuicios, enfocados y atentos, estimulando y promoviendo tanto su atención y concentración como incluso su creatividad.

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¿Para qué tipo de niños es bueno el mindfulness?

El mindfulness es positivo para cualquier persona, y cuando se trata de niños no es la excepción. Sin embargo, como existen diferentes casos, circunstancias, situaciones y contextos, también han de existir diferentes beneficios acordes a cada uno de ellos.

Todo niño en plenitud de sus facultades puede practicar el mindfulness, aunque desde luego se necesita la asesoría de un adulto, que pueden ser los maestros en las escuelas o los padres en el hogar.

Mindfulness para niños con deficit de atención (TDAH)

Uno de los casos donde se ha comprobado que el mindfulness aporta grandes beneficios, es cuando se trata de niños con TDAH, también conocido como trastorno de déficit de atención e hiperactividad. Los niños con esta condición pueden llevar una vida muy sana y normal si se les brinda el cuidado y la atención necesaria para ello, así como la educación que les permita solventar ellos mismos sus propios problemas.

El mindfulness puede ayudar en primera instancia, a que el niño sea consciente de su condición, para que una vez que la acepte pueda entenderla y controlar mejor sus impulsos. El mindfulness puede además permitir que el niño con TDAH mejore sus funciones motrices y eleve sus niveles de concentración, lo que le reducirá los episodios de estrés o de impulsos descontrolados, entre otros beneficios.

Mindfulness para niños con ansiedad

Aunque creamos que la ansiedad y el estrés son cosas de adultos, resulta que los niños están igual o hasta más expuestos que los adultos a padecer de ansiedad. Las causas de la ansiedad en los niños pueden ser muy variadas, y pueden ir desde condiciones específicas y particulares que el niño posea o padezca, hasta circunstancias propias de su entorno que lo lleven a padecer ansiedad.

Sea como sea, el mindfulness puede resultar una ventana para niños con ansiedad porque a través de sus ejercicios prácticos, los niños con ansiedad pueden desarrollar un nivel de autocontrol óptimo y saludable, lo que además de sopesar el estrés y la ansiedad, le ayuda a construir una personalidad bien fortalecida que le permita identificar lo que es conveniente y lo que no lo es, para él, aprendiendo a discernir entre lo que le aporta beneficios y lo que lo puede perjudicar.

Una de las cosas que más perjudica a los niños y que les genera estrés y ansiedad, es el no saber lidiar con las reprimendas que suelen imprimirle los adultos. Muchas veces sucede que los padres esperan que sus hijos se comporten como adultos, cuando en realidad a los niños les toma cierto tiempo aprender ciertas cosas, incluyendo la forma adecuada de comportarse en ciertos escenarios.

El mindfulness puede no solo ayudar a liberar el estrés y la ansiedad en un niño, sino que además le permite estar preparado para evitar las circunstancias que lo llevan a padecer ansiedad.

Mindfulness para niños con autismo

El autismo es una condición bastante compleja que si bien expone episodios de ansiedad y estrés en los niños, también pueden existir casos en los que se muestren incluso actitudes y acciones violentas. El mindfulness, por fortuna para los niños con autismo, además de prever y contrarrestar la ansiedad y el estrés, puede ayudar a  reducir los episodios de agresividad.

A través de la optimización del equilibrio emocional, el control de la ansiedad y el estrés y de la estimulación y promoción de pensamientos positivos, el mindfulness puede brindar al niño autista todo un universo de posibilidades de aprendizaje en el que podrá desarrollar un autoconocimiento que le permita contrarrestar los episodios violentos que se generan dada su condición.

Beneficios del Mindfulness para los niños

Como hemos descrito, detallado y explicado a lo largo de este artículo, el mindfulness no solo no es cosa solo de adultos, sino que puede ser altamente beneficioso para todos los niños en general, y muy especialmente para quienes posean condición de TDAH, autismo, o padezcan ansiedad o estrés.

A continuación detallaremos de manera general los beneficios del mindfulness en los niños:

  • Desarrollo de los sentidos: la gran mayoría de los ejercicios de mindfulness para niños involucran la utilización de los sentidos, como lo son el olfato, la vista, el tacto, el oído y el gusto. En ellos suelen existir preguntas en la que los niños deben describir sensaciones, sabores, olores, entre otros.
  • Promueve aprendizaje libre de prejuicios: las preguntas en los ejercicios de mindfulness para niños suelen ir dirigidas a la descripción de una sensación o una emoción, sin etiquetas como si es “bueno” o “malo”, lo que le permite al niño construir un aprendizaje libre de prejuicios.
  • Estimula la creatividad y el imaginario infantil: los ejercicios de mindfulness para niños suelen estar diseñados para ellos, pensados en su imaginario y buscando estimular su capacidad de descripción de sus experiencias. Al mismo tiempo, ese tipo de ejercicios permite que los niños puedan dar rienda suelta a su creatividad, lo que es positivo además de que refuerza caracteres de seguridad y confianza en sí mismos.
  • Brinda herramientas para gestión de emociones: para la mayoría de los adultos es difícil gestionar las emociones, en gran parte porque vivimos día a día con la creencia de que debemos controlarlas y reducirlas en la mayor medida posible, cuando un principio del mindfulness nos enseña que más que ponerle una camisa de fuerza a nuestras emociones, lo que debemos hacer es vivirlas y aceptarlas tal y como son, aprendiendo a desarrollar más bien un equilibro tanto físico, como mental y emocional.
  • Permite la construcción de una personalidad fortalecida: cuando desde niños realizamos ejercicios de mindfulness en los que se estimule la creatividad y el aprendizaje libre de prejuicios, al mismo tiempo que se nos enseña a gestionar nuestras emociones y a aprender sobre todas las cosas a conocernos a nosotros mismos, creceremos con valores muy interesantes que nos permitirán desarrollar una personalidad muy bien construida, con una gran fortaleza personal.
  • Desarrolla la capacidad de atención y concentración: como bien lo dice su nombre e incluso uno de los principios más fundamentales, el mindfulness estimula y promueve la capacidad de atención y concentración porque se trata de un estado complejo y completo de conciencia. Los niños que alcanzan desarrollar el mindfulness desde edades muy tempranas, terminan elevando sus niveles de realización de actividades motrices.
  • Establece hábitos positivos: el mindfulness incluye una gran cantidad de ejercicios que a su vez involucran técnicas de respiración, de relajación en algunos momentos, de gestión de emociones y de todo un abanico de aspectos positivos que se terminan convirtiendo en hábitos que a la larga generarán una gran cantidad de beneficios en los niños, tanto en su edad infante, como a la postre en su edad adulta.

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Actividades y juegos de Mindfulness para niños

 

Los ejercicios, actividades y juegos de mindfulness para niños están precisamente adaptados a sus necesidades y requerimientos, para que no solo puedan aportar los resultados y beneficios más óptimos, sino que también ellos puedan sentirse verdaderamente a gusto y disfruten llevarlos a cabo.

A continuación algunos juegos y ejercicios de mindfulness para niños:

El niño superhéroe: en este ejercicio, la intención es solicitarle al niño que adopte la postura que más le parezca para parecer un superhéroe. Puede ser erguido, con las manos en la cintura, o levantando una mano como si fuese a volar al estilo superman. Es importante no cuestionarlo ni condicionarlo, lo importante aquí es en primer lugar estimular su creatividad y su imaginario, para que él mismo nos muestre su visión de cómo es un superhéroe.

Una vez que hemos establecido la postura de superhéroe, le indicamos que su súper poder es escuchar con mucha atención todo lo que suceda a su alrededor. Así, por espacio de aproximadamente 60 segundos, los invitamos a estar totalmente atento a todo sonido que se produzca a su alrededor, y luego, una vez transcurridos los 60 segundos, establecemos con él una conversación donde nos contará sobre todo lo que escuchó.

Aquí lo importante es estimular el sentido del oído, así como su capacidad para describir sonidos y otras percepciones. También es importante no extenderse demasiado, pues más de 60 segundos dedicados a esa tarea puede resultar un tanto fastidioso.

¿Quieres conocer más de este tema? Te dejamos nuestro libro recomendado:

Enseñando a mi peluche a respirar: este ejercicio consiste en practicar la respiración profunda de manera didáctica con un peluche o algún juguete de preferencia del niño. El niño debe estar recostado, con el peluche o juguete sore el abdomen. Le indicamos que respire de manera profunda, inhalando por 4 segundos, proceso durante el cual el peluche o muñeco se elevará mientras el abdomen del niño se expande para obtener el aire. Una vez que pasen 3 segundos después de retener el aire, le explicamos que debe expulsarlo, y así el niño verá como el juguete desciende cuando su abdomen baja de nivel al expulsar el aire.

La intención al final, además de estimular el desarrollo de la respiración profunda, es invitar al niño a ser responsable del aprendizaje de su muñeco o juguete, lo que aparte le inculca valores de responsabilidad.

Frutas de otra galaxia: en este ejercicio/juego, una vez más estimularemos un sentido, además del imaginario y la creatividad del niño. Le daremos algunas frutas, trataremos de ofrecerle variedad para elegir, y le diremos que jugaremos a que son frutas de otra galaxia, que nunca antes ha probado, y le pediremos que pruebe la que más le apetezca, para que luego nos describa todas las sensaciones a partir de ello: ¿sabe dulce o salado? ¿Cómo suena cuando la mastica? ¿se siente dura o blanda? Y así sucesivamente la mayor cantidad de descripciones posibles.

La intención aquí es estimular el sentido del gusto, pero también brindarle la oportunidad de ser creativo a la hora de establecer descripciones.

Paseo alerta: en este juego/ejercicio invitaremos al niño a dar un paseo por un lugar preferiblemente abierto. Puede ser un parque, o incluso simplemente el camino de casa al colegio o algo similar. La tarea del niño será observar con mucha atención todo lo que vea a su alrededor y tratar de recordar lo más que pueda de todo lo que vea.

Una vez finalizado el paseo le preguntaremos qué llamó su atención y le pediremos que nos lo describa. Con este ejercicio estimulamos la concentración y ejercitamos la memoria, al mismo tiempo que una vez le permitimos ser creativo en sus descripciones, además de practicar y desarrollar el sentido de la vista y le damos la oportunidad de ser selectivo con las cosas que desea recordar.