
Todos hemos leído o al menos escuchado sobre la dichosa zona de confort, y seguramente jamás de una manera positiva. A menudo la zona de confort surge como un tema muy repetitivo en cuestiones de autoayuda y superación personal, pero, ¿acaso sabemos realmente qué es la zona de confort y por qué debemos tratar de salir de ella?
En este artículo te mostraremos todo lo que necesitas saber sobre la zona de confort, desde qué es en realidad hasta cuáles son los beneficios de abandonarla, además de varios consejos útiles para lograrlo.
¿Qué es la zona de confort?
¿Alguna vez has escuchado el dicho: “mejor malo conocido que bueno por conocer”? Bueno, eso es la zona de confort, ese espacio donde nos podemos mover con total certeza, donde no hay incertidumbres ni riesgos, donde todo es como siempre, sin novedades ni sobresaltos.
La zona de confort es lo que en psicología llaman a no atreverse a tomar ningún riesgo con tal de no realizar ningún cambio que altere el orden ya establecido. Algunos expertos lo consideran como una especie de miedo hacia lo desconocido, aún cuando eso desconocido pueda ser mucho mejor.
Las personas que no se atreven a salir de su zona de confort, generalmente es porque no tienen la certeza de que ese cambio, de que esa novedad, será realmente positiva, y ante la duda, prefieren permanecer ante lo seguro, ante lo que ya conocen.
Ejemplos de zona de confort
Algunos ejemplos de zonas de confort para terminar de ilustrar el tema, pueden ser: el camino que siempre tomamos al trabajo, ese que no necesariamente es el único y que quizás tampoco es el más breve o despejado, pero que por alguna razón es el que siempre tomamos.
La zona de confort también puede ser ese mismo platillo que siempre ordenamos todos los días en el almuerzo por no atrevernos a probar algo diferente. La zona de confort también puede ser ver siempre el mismo tipo de películas por no querer ver una de otro estilo que no sabemos si nos gustará o no.
Como podemos ver, la zona de confort no es realmente un lugar, sino más bien un hábito, una rutina, la costumbre de hacer las cosas siempre de una misma manera porque ya conocemos de sobra los resultados y no queremos probar algo nuevo y diferente porque no sabemos cómo resultará.
Cómo tomar decisiones y tipos de decisiones
¿Cómo saber si estamos en la zona de confort?
A continuación te explicaremos 4 indicadores que demuestran que estamos en la zona de confort, y cuidado, muy probablemente reconozcas en ti al menos uno:
- Falta de motivación: Las personas que están en la zona de confort a menudo son seres que carecen de motivación, no sienten interés alguno por superarse personalmente y son muy reacios al cambio. Cuando una persona no encuentra motivación, no solo puede entrar en el peligroso terreno de la zona de confort, sino que además por lo general lo hace de manera inconsciente, porque unas de las peores cosas de estar en ella es que las personas se autoengañan para tener una falsa sensación de seguridad y tranquilidad.
- Espirales de rutinas: las personas que no quieren salir de la zona de confort, en ocasiones no es necesariamente que no lo desean, sino que no pueden, o peor aún, no se dan cuenta de que están en ella. La mayoría de quienes viven o padecen ese fenómeno suelen quedar atrapados entre rutinas que jamás terminan, y viven día tras día con la sensación que viven una y otra vez el mismo suceso, como en la película “El Día de La Marmota” con Bill Murray. Las personas atrapadas en la zona de confort solo abandonan una rutina para entrar en otra, como terminar el día en el trabajo para tomar el mismo camino a casa de siempre, para luego ir a cenar la misma comida de siempre y mirar los mismos programas de siempre en la tv.
- Aislamiento: Como puedes ver en los dos indicadores anteriores, las personas que están sumidas en la zona de confort, son personas que sin darse cuenta, poco a poco se van alejando de la sociedad, de la vida y la interacción con otras personas, y suelen terminar prefiriendo interactuar con mascotas como perros o gatos antes que entablar conversaciones otras con personas. Lo delicado de esto, como ya lo dijimos, es que la mayoría de las personas que están atravesando por este tipo de cosas, generalmente no lo notan, o no lo admiten, se encuentran en lo que los psicólogos llaman estado de negación.
- Emociones negativas: En resumen, se puede decir que las personas que están en la zona de confort no son felices, aunque ellos quieran creer o aparentar que sí. Los psicólogos llaman emociones negativas a todos esos sentimientos que de un modo u otro no nos permiten sonreír, como la tristeza, la rabia, el rencor, entre otros.
Las personas sumidas en su zona de confort son personas que generalmente se sienten en soledad, y como bien diría Alexander Supertramp, el conocido personaje de la historia “Into The Wild”: La felicidad solo es real cuando es compartida.
Lo peligroso de esas emociones es que en casos extremos pueden conducir a la depresión, y gracias a los avances de los estudios científicos sabemos que la depresión no es algo de juego, no es una simple malcriadez de las personas que lo padecen, y por tanto puede llegar tener consecuencias nefastas.
Beneficios de salir de la zona de confort
Con los señalamientos anteriores debe haber quedado bastante claro que permanecer en la zona de confort puede tener consecuencias nada saludables, pero si eso no es motivo suficiente para querer salir de ella, es momento de hablarte de las ventajas de abandonar la zona de confort:
1) Mayor motivación: dar ese gran paso de abandonar la zona de confort es algo que trae consigo grandes responsabilidades, es una especie de riesgo que tomamos, pero si lo hacemos bien podremos sentirnos bien con nosotros mismos y los resultados pueden ser positivos.
Al salir de la zona de confort nos hacemos dueños de nuestro destino, de nuestros actos, y eso nos da mayor confianza en nosotros mismos e incluso puede subir nuestra autoestima porque se alcanza un nivel interesante de autonomía y emancipación.
Las personas que aumentan sus niveles de confianza son capaces de generar por ellos mismos cambios positivos, y eso no puede tener otra conclusión que la satisfacción de poder avanzar por tus propios medios.
2) Crecimiento personal y profesional: Cuando salimos de la zona de confort damos un paso grande hacia ser una persona responsable, como lo dijimos en el punto anterior, y eso nos puede llevar a crecer como personas, como empresarios, incluso como emprendedores.
Cuando nos atrevemos a dar nuestros propios pasos empezamos a labrar un camino del cual podemos sentirnos orgullosos. Dejamos de ser personas con miedo para comenzar a ser personas exitosas, y eso solo se puede traducir como desarrollo personal y profesional.
3) Calidad de vida: Una vez que sales de tu zona de confort, descubres mundos nuevos que antes no te habías atrevido ni a mirar, por miedo al cambio. No todo será color de rosa, pero todas aquellas cosas negativas en tu vida y que representan un obstáculo para tener la vida que deseas y mereces, podrán ser atendidas por nadie más que tú mismo, y una vez que tomas el control de tu propia vida, solo te queda hacer las cosas bien para que todo resulte tal como lo deseas.
4) Mayor valor social: Cuando tomas las riendas de tu destino, te conviertes en una persona controlada que proyecta seguridad y que incluso termina por ser un ejemplo para los demás, lo cual te da un estatus interesante dentro de la sociedad.
Las personas a tu alrededor comienzan a verte con ojos positivos, las opiniones de quienes te rodean empiezan a ser diferentes, y sino solo te atreves sino que además aprendes a generar cambios positivos, terminarás por ayudar a otras personas a encontrar esa luz que tú supiste ver, y no hay nada más satisfactorio que ser una persona exitosa que ayuda a que otras también lo sean.
5) Éxito y fortaleza: fíjate que en los cuatro puntos anteriores, esas son las palabras claves; éxito y fortaleza. Al abandonar la zona de confort nos convertimos en personas fuertes. Las cosas no siempre van a salir bien, no siempre van a resultar como esperamos, pero cuando salimos de la zona de confort aprendemos a afrontar la realidad. Solo los que le pierden el miedo al fracaso logran alcanzar el éxito verdadero.
En la medida en la que te vas atreviendo a lo desconocido vas aprendiendo de los errores, y cuando aprendes de los errores más nunca los vuelves a cometer, no porque adquieras un súper poder mágico, sino porque aprendes a estar preparado para la derrota, y cuando aprendes eso, aprendes a evitarla.
La derrota no se evita escondiéndonos en las faldas de la zona de confort, sino por el contrario, saliendo al mundo real, dándole la cara a la vida, dejando los miedos, dejando de ser cobardes seguros para atrevernos a pelear por lo que queremos y merecemos.
Estas palabras pueden sonar un poco duras, pero a veces eso es lo que nos hace falta, que la vida nos dé una bofetada para que nos demos cuenta de que estamos desperdiciando nuestra existencia, encerrados en miedos que no valen la pena.
¿Cómo salir de la zona de confort?
Sé que si estás en la zona de confort y lo admites, habrás dado un gran paso, pues la mayoría de las personas se encuentran en estado de negación y no quieren o no pueden admitir su realidad. Sin embargo, si tú ya lo has hecho, sabrás que admitirlo no es tan sencillo, y aún cuando logras hacerlo, eso no garantiza que realmente te atrevas a salir de la zona de confort.
A continuación te mostramos una serie de consejos muy útiles si deseas salir de la zona de confort pero no sabes cómo hacerlo
Sal de tu zona de confort
5 Consejos para salir de la zona de confort
Prueba tus límites: Muchas personas han confesado que trabajan mejor bajo presión, mientras que otros admiten que si no hay una especie de recompensa o castigo, no se sienten motivados a superarse a sí mismos. Lo que sea que te sirva para impulsarte a que te atrevas a dar el primer paso, será válido, siempre que lo hagas de manera consciente.
Recuerda: la clave es salir de la zona de confort, esa donde estás atrapado en contra de tu voluntad, mientras tú mismo quieres creer que estás allí intencionalmente. Eso significa que debemos dejar de hacer las cosas por inercia para comenzar a tener realmente el control de la situación.
Cambia: Albert Einstein dijo una vez algo como: solo los idiotas esperan que pase algo diferente haciendo siempre las mismas cosas. Si ya haces las cosas de una manera y siempre te da los resultados que menos deseas, pues es momento de cambiar, de probar algo distinto.
Sabemos que precisamente de eso se trata estar en la zona de confort, de no querer cambiar, de hacer siempre las mismas cosas, pero creemos que ya es momento de dar un salto hacia el verdadero cambio que te conducirá hacia el éxito.
Renuncia a las excusas: Estudios han revelado que una de las causas por las que las personas no logran salir de su zona de confort, aún cuando lo han intentado de manera determinada, es el hecho de que siempre surge una excusa que les impide realizar los cambios necesarios y dar el paso que hace falta.
Olvídate de las excusas, renuncia a ellas, no dejes que ninguna razón sea válida, no permitas que nada se interponga entre el éxito y tú. Es un camino largo y difícil al principio, pero si tú mismo te pones los obstáculos, no llegarás a ver los trayectos más interesantes que están más adelante.
Amplia tu círculo: Atrévete a conocer nuevas personas que puedan aportar cosas interesantes a tu vida, pero también haz que los que ya conoces, formen parte de tu proceso de cambio, es decir, involúcralos, especialmente esos seres que son muy cercanos a ti como tus familiares y amigos, porque ellos serán tu punto de apoyo cuando te sientas débil, con ganas de renunciar.
Cree: Puedes creer en una religión, puedes creer en un libro de autoayuda o un grupo de apoyo. Puedes creer en dios, en las cosas místicas. Puedes creer en lo que sea que te ayude a entender que necesitas cambiar y salir de tu zona de confort, pero por sobre todas las cosas, cree en ti mismo, en tus capacidades, en todo eso que puedes lograr. Cree en ti para que otros también lo hagan y así puedas salir de la zona de confort y ser la persona exitosa que quieres y puedes llegar a ser.