
En el presente artículo te mostraremos varias estrategias que puedes aplicar para mejorar la motivación, teniendo como foco central los ambientes laborales. Así que si deseas aprender detalles clave sobre motivación y conocer estrategias que puedan motivar a tus compañeros o equipo de trabajo, este artículo, sin duda, está escrito especialmente para ti.
Las Mejores técnicas de Motivación en el trabajo
Ya hemos desarrollado el tema de la motivación laboral en este artículo (motivación laboral), definiendo lo que es la motivación laboral en sí y aportando algunos ejemplos y consejos. Ahora es momento de hacernos una interrogante muy interesante ¿Qué hace que una técnica de motivación laboral sea realmente buena? ¿Qué hace que una técnica de motivación, sea la mejor para nuestro equipo de trabajo?
Bueno, primero debemos recordar que cada caso y cada escenario son diferentes, y la efectividad de la técnica a emplear dependerá, principalmente, de que la técnica aplicada sea realmente la apropiada para la situación abordada. Así que antes de seleccionar una técnica para luego ejecutarla, asegúrate de conocer muy bien tu ambiente laboral y sobre todo tu equipo de trabajo, para luego poder identificar una estrategia que pueda ser realmente útil para ti y tu grupo laboral.
Ahora, para poder identificar muy bien qué necesita un equipo para estar lo suficiente motivado hacia el trabajo conjunto, hay temas generales que debemos conocer.
Temas de motivación laboral
Incentivo: Sabemos que puede parecer obvio, pero es que la motivación intrínseca es tan importante, que a veces olvidamos la motivación extrínseca, que al final de cuentas, nos guste o no, es la verdadera razón por la que las personas necesitan un trabajo para vivir en armonía dentro de las sociedades del mundo civilizado.
Todo el mundo necesita dinero para subsistir, al menos las personas que vivimos en lugares urbanos. Es extremadamente lógico que la motivación de un empleado se vea afectada por su salario, entre otros incentivos.
Reconocimiento: Este tema es la contraparte o más bien el complemento del punto anterior. Es cierto que todos buscamos empleo para ganarnos la vida, es decir, para obtener un sueldo que nos permita subsistir, pero para estar realmente motivados se necesita más que eso.
Es importante que una vez cumplido el principio básico de otorgar un buen sueldo, justo y adaptado a las necesidades del empleado, también se le reconozca, de la forma más notoria posible, su trabajo, su esfuerzo y sus logros.
Inclusión: Este tema dentro de la motivación laboral, es clave. Si un miembro del equipo no siente que es tomado en cuenta, no tendrá sentido de pertenencia hacia la empresa, y sabemos que al que no le duele el negocio, no da lo mejor de sí por él.
Es importante tener un gran tacto con este tema, porque también es cierto que no todos los miembros del equipo están capacitados de la mejor manera para todos los aspectos, así que hay que saber otorgar roles donde puedan no solo desempeñarse de la mejor manera, sino además sentirse a gusto y escuchado cuando sientan que necesiten opinar al respecto.
Productividad: Esta es una palabra clave en toda empresa. ¿De qué nos sirve mantener a un equipo motivado si no logramos aumentar los niveles de productividad que a la larga conducirán al éxito de la empresa?. Toda estrategia que se trace y ejecute en pro de la motivación de un equipo de trabajo, debe apuntar como fin último a la productividad.
Comunicación: Debemos recordar que estamos hablando de trabajo en equipo. Los sistemas se componen de partes, y cuando se habla de sistemas humanos estamos hablando de complejidades. Las cosas complejas no tienen porque ser complicadas, pero pueden serlo si no se atienden de la manera adecuada.
Fomenta y promueve estrategias que impulsen una comunicación efectiva entre los miembros del equipo para que los roles que estén interconectados trabajen de la mejor manera posible, siempre apuntando hacia la sinergia, donde el equipo completo posea mayor valor que la suma de sus parte por separado.
Roles: Por último pero no por ello menos importante, es necesario aclarar, como ya se dijo hace un par de párrafos, que no todo mundo está capacitado para cumplir los mismos roles dentro de una empresa. Hay que tener ojo clínico, hacer pruebas y medir aspectos, para finalmente saber dónde puede, no solo ser más productivo cada miembro del equipo, sino también dónde puede sentirse más a gusto cada quien. Porque por muy bueno que seas para algo, si no te siente cómodo, satisfecho, o en otras palabras, motivado, difícilmente darás lo mejor de ti en tu posición.
Estrategías de Motivación (con ejemplos)
Ahora que conocemos los principales temas de motivación laboral, es momento de hablar de las principales técnicas de motivación para el trabajo en equipo, cuya utilidad podrá variar según tu caso, como ya te lo explicamos en párrafos anteriores.
Traza un plan de motivación:
En un apartado que podrás leer algunos párrafos más adelante, encontrarás cómo diseñar un plan de motivación para mantener un ambiente armonioso y productivo en tu empresa, sin embargo, te damos tres palabras claves a modo de abreboca: Selección, diagnóstico y formación.
Incentiva a los miembros del equipo:
Ya sabemos que si un miembro de la empresa no recibe un pago justo y acorde a sus necesidades, difícilmente llegará a un estado óptimo de motivación laboral. Sin embargo, esto no es tan sencillo como decir que mientras más les pagues, mejor. Es importante mantener la equidad y la justicia, y esto lo podemos hacer estableciendo diferencia adecuadas para cada miembro según su status. No puede ganar lo mismo un empleado recién llegado que alguien que lleva más de diez años laborando en la empresa.
Establecer bonos por productividad puede ser positivo siempre que se maneje de una manera adecuada sin fomentar competencias malsanas entre los empleados.
Premiar de manera material los años de estudio también puede ser un incentivo muy interesante porque motiva a quien lo recibe, y dicha motivación podría tender a propagarse hacia quienes puede realizar algún estudio que de diversos modos puede ser significativo y provechoso para la empresa. Existen diferentes maneras de incentivar económicamente a los empleados, solo es cuestión de ser creativos, y como bien hemos dicho de manera reiterada, justos.
Reconóceles el esfuerzo tanto o más que los resultados:
Es cierto que en palabras prácticas, lo más importante son los resultados. Durante una temporada deportiva, cualquier equipo de cualquier deporte puede sentirse orgulloso de los juegos ganados, de los buenos desempeños de sus jugadores, pero al final de cuentas, nada es más grato que ganar un campeonato.
Sin embargo, hay que entender que los sistemas humanos están compuestos precisamente por personas, y que nadie es perfecto, y que por más que demos el máximo de nosotros, no siempre lograremos los resultados deseados.
Lo importante con esta estrategia motivacional, es lograr que a pesar de no obtener los resultados deseados, establecer como política de tu empresa que el esfuerzo y el talento empeñado, tienen mucho valor. Es primordial que cada miembro del equipo lo sepa y lo entienda, para que su motivación no decaiga, y por el contrario, se sienta cada vez más impulsado a dar lo mejor de sí, porque sabe que sus compañeros de equipo valoran sus aportes.
Inclúyelos en la aportación de ideas y toma de decisiones:
Continuando con el tema del aporte de los miembros del equipo, es importante incluirlos, y esa inclusión va mucho más allá de darle voz y voto a las minorías, como muchas personas suelen creer.
La inclusión dentro de un equipo de trabajo es importante, y nosotros la vemos como una manera de permitirle a cada miembro opinar y aportar ideas desde el campo en el que mejor pueda hacerlo. No se trata de que todos opinen sobre lo que sea, sino sobre lo que se ha determinado que puede ser el punto álgido de cada miembro.
Promueve la sana competencia:
ofrecer premios y recompensas individuales es positivo, solo hay que ser cuidadoso de no terminar generando una guerra entre los miembros, desatando discordia y generando un ambiente laboral caótico y malintencionado.
Una manera de promover una sana competencia puede ser otorgar un incentivo material individual a ese miembro que mejor se desempeñe, pero que sean los mismos miembros del equipo quienes voten por el ganador de ese premio.
Premia al equipo tanto como a sus miembros:
Es importante, como complemento de la estrategia anterior, poder otorgar incentivos grupales por logros que se hayan alcanzado como equipo, como por ejemplo una cena de celebración, un brindis, un compartir, entre otras alternativas. Sé creativo y piensa siempre en que mientras más a gusto se sientan los miembros de un equipo, mayor será su motivación, y que aquellos que no logren reconocimientos individuales, pueden sentirse tomados en cuenta en este tipo de iniciativas.
Plan de motivación en una empresa
Tomando en cuenta tantos los temas claves de la motivación laboral y las mejores estrategias al momento de fomentar la motivación grupal, te mostramos un esquema que puede servirte de guía para establecer tu propio plan de motivación para aplicarlo en tu grupo de trabajo:
Selección basada en perfil: El primer paso antes de motivar a un equipo de trabajo, es lograr conformarlo. Al momento de seleccionar a los miembros que serán parte de tu equipo, es importante que ya tengas definidas tus políticas de trabajo, de donde desprenderá el perfil que debería tener cada miembro del equipo.
Si reclutas un personal que desde el comienzo no parece estar a gusto con tus políticas laborales, estamos hablando que desde antes de comenzar a trabajar, esas personas ya poseen falta de motivación, y eso pone las cosas cuesta arriba.
Nadie quiere comenzar con tropiezos, trata de seleccionar a quienes mejor se adapten con el perfil deseado. No se trata de discriminar personas ni de buscar la perfección, sino simplemente de ser objetivos y darle oportunidades a quienes demuestren estar motivados y en consonancia con tus proyectos y tus maneras de ver el trabajo en equipo.
Diagnóstico de necesidades: Sabemos que los humanos somos tan complejos como imperfectos, y es precisamente esa imperfección lo que caracteriza la belleza de la humanidad y lo que nos distancia o diferencia de una máquina.
Una vez que hayas conformado tu equipo de trabajo, te recomendamos aplicar estrategias que te arrojen diagnósticos en los cuales puedas detectar necesidades que pueden ser determinadas una vez que conoces lo positivo y lo que debe mejorar tu equipo de trabajo.
Existen varias estrategias muy apropiadas para esto, como el árbol de problemas y la jerarquización de necesidades. Nosotros pensamos que tal vez la más interesante es la matriz DAFO y te la explicamos a continuación:
DAFO = Fortalezas / Oportunidades – Debilidades / Amenazas
- Las fortalezas representan aquellos valores positivos que tanto el equipo como sus miembros poseen desde el principio. Estas fortalezas pueden ser grupales o individuales y suelen apuntar hacia el talento y los recursos. Ejemplo: compañerismo, buena comunicación, entre otros, cuando se trata de lo grupal; mientras que los estudios realizados, reconocimientos obtenidos y demás aspectos de superación personal pueden ser parte de las fortalezas individuales de los miembros de un equipo.
- Las oportunidades son aquellos recursos altamente positivos que aún no se han puesto en práctica pero de los que el equipo podrá valerse, como contar con un plan motivacional, un buen ambiente laboral, garantía de condiciones e incentivos apropiados, entre otros.
- Las debilidades son básicamente aquellos aspectos en los que los miembros del equipo deben mejorar, como tal vez la falta de experiencia, el poco conocimiento sobre algún tema importante para el equipo, entre otros.
- Las amenazas están representadas por aquellos aspectos que de algún modo pueden influir de manera negativa en el equipo, como el hecho de que no se conozcan entre sí, por mencionar alguna.
Lo interesante de la Matriz DAFO, es que las fortalezas siempre de algún modo muestran la luz para abordar las debilidades, mientras que las amenazas pueden ser minimizadas a través de las oportunidades.
Por ejemplo, si un equipo de trabajo tiene la debilidad de que varios de sus miembros no han cursado estudios de educación superior, esto se puede sopesar con una fortaleza como la del compañerismo y el trabajo en equipo, donde los más capacitados pueden ayudar a los otros anivelarse en cuestiones precisas, logrando un equilibrio en la empresa.
Por otro lado, y continuando con ejemplos, si un equipo de trabajo tiene la amenaza de que todos son desconocidos, la misma puede ser abordada a través de una oportunidad como la de contar con planes motivacionales que promuevan la comunicación entre ellos.
La matriz DAFO es un ejercicio magnífico que nos permite, como ya dijimos, identificar los aspectos positivos y los aspectos a mejorar, pero lo más interesante es que además nos indica cómo podemos lograr esas mejoras, partiendo precisamente de lo que ya se tiene, es decir, de los recursos y aspectos positivos que se evidencian en el grupo.
Hay diferentes maneras y técnicas de aplicar una matriz DAFO, nosotros particularmente recomendamos la observación participante, donde a través de dinámicas grupales podamos identificar esos aspectos y llevar un registro de ellos para luego contrastarlos y diseñar un plan de mejoramiento, que es el siguiente paso en este esquema.
Plan de formación, capacitación y mejoramiento: Una vez que tenemos un equipo de trabajo y sabemos, no solo lo que necesita mejorar, sino también aquellos detalles positivos, esos que nos dicen de lo que el equipo es capaz y que son los detalles que no necesariamente deben ser mejorados pero sí potenciados y mantenidos; podemos determinar un plan para capacitar y mejorar las habilidades del equipo.
Para esto se recomiendan cursos, talleres, y demás actividades prácticas donde la adquisición del nuevo conocimiento pueda ser palpable. Recuerda: lo que no se sabe, hay que aprenderlo, y lo que ya se sabe hay que mantenerlo.
Brainstorm o lluvia de ideas: Esta es una fase magnífica en este esquema que te proponemos como guía para diseñar tu plan motivacional, porque permite rescatar esos aspectos motivacionales importantes de los que te hablamos al principio del artículo, especialmente el de la inclusión.
La lluvia de ideas es una estrategia que permite reunir a los miembros del equipo y darles la oportunidad de aportar ideas en pro de planes a futuros. Esto no solo es positivo en la medida de lo asertivas que sean las aportaciones de los empleados, sino que también nos permite conocer sus maneras de ver lo que se hace en la empresa e incluso identificar aspectos clave que seguramente no habían sido notados antes.
Charlas motivacionales: Todo equipo de trabajo cuenta con un líder y ese debes ser tú, el que ofrezca es palabra motivadora, esa que enciende la chispa para ayudar a que cada miembro descubra sus potencialidades y las desarrolle al máximo.
Sin embargo, pensamos que siempre será positivo contratar los servicios de un coach motivacional, un profesional en el área que aporte en tu plan motivacional.
Monitoreo de resultados en materia de motivación: de nada sirve diseñar y ejecutar todo un plan motivacional si cumples todos los pasos al pie de la letra pero al final no evalúas los resultados. Es importante saber dónde se comenzó y hasta dónde se ha avanzado, para poder determinar si las estrategias aplicadas han sido realmente significativas y en función de ello decidir si hay modificaciones o adiciones que realizar en dicho plan motivacional.
Reconocimiento con R de recreación: Por último te recomendamos que prestes atención a una frase que surgió de la sabiduría popular: no todo es trabajo. Cada vez que hayan alcanzado un logro como equipo y creas que merecen celebrarlo, aprovecha la oportunidad para que los miembros de tu equipo se relajen, se distraigan, y vivan un momento diferente.
Tampoco es necesario ni obligatorio haber alcanzado una meta. El solo hecho de haber trabajado con mucho empeño y esfuerzo por cierto tiempo, da espacio para un pequeño momento de esparcimiento y recreación. De esta manera mantienes el buen humor y la armonía emocional en el equipo de trabajo.